Las Chelas y los Proyectiles Vuelan en Fiestas Patrias en Chiapas
Bien dicen que no hay fiesta sin pleito, y en Villaflores, Chiapas se tomaron esto muy a pecho. El sábado, Mariano Rosales Tovilla, hijo del mandamás del municipio, se fue al más allá de la peor manera: baleado en una riña que se armó al término del Grito de Independencia.
Disparos e Ingenios Similares en Medio del Jolgorio
Al parecer, Mariano Rosales Jr. y un tal Abigaíl Jiménez Estrada, supuesto rey de los mototaxis del pueblo, no andaban en su mejor mood. Comenzaron lanzándose palabras chulas, y terminaron intercambiando balazos. Al final, ambos se despidieron del mundo, aunque el caballito de acero salió con la peor parte.
El Príncipe que S soñó con Convertirse en Rey
Aunque nadie lo esperaba, ni siquiera el pobre Mariano, la verdad es que el muchacho estaba tratando de seguir los pasos de su padre en el salón del trono municipal. Parte del equipo de Morena, este aspirante a alcalde, encontró un destino nada grato.
Investigación en Marcha… o al menos eso dicen
La Fiscalía de Chiapas dice que ya esta investigando el caso, a pesar de que andan ocupados también con el exalcalde de San Cristóbal de las Casas, Marco Cancino, por presuntos líos con los “Motonetos”.
Esta gente de la Fiscalía deberían de contratar más personal. ¡No se dan abasto con tanta chamba! Al menos eso es lo que dicen, no vaya a ser que estén viendo Netflix todo el día.
Todos Quieren ser Jefe de la Banda
Mientras tanto, el exalcalde Cancino anda en problemas. El chismecito es que él es el líder intelectual de los “Motonetos”. Eso dicen las autoridades, aunque la banda no se distingue mucho por su nivel intelectual, la verdad. Aunque, pensándolo bien, a lo mejor su intelecto se mide en proyectiles por minuto.
El cuento es que este grupo tocayo de una película de Pixar anda aterrorizando al pueblo y a los empresarios de la región desde hace meses, y ahora, no sólo tienen que lidiar con balazos, sino también con la muerte del hijo del alcalde.
Dicen que en política, todos los golpes cuentan… ¡pero quizá esto es llevarlo demasiado lejos!