# Norrman saca una “Seven” en el Abierto de Irlanda, McIlroy no sobrevive al recuento de las últimas rondas

**¡Olé los Vikings! ¡Y no estamos hablando de la serie de Netflix!**

El *estupendamene rubio* golfista sueco, Vincent Norrman, conquistó el Abierto de Irlanda este domingo, convirtiendo su segunda victoria profesional en *la gota que colmó el vaso de Guinness de los irlandeses*. El joven ario se las arregló para burlarse de su competencia en el DP World Tour, celebrado en esas frescas y verdes praderas de Kildare, enalteciendo el orgullo vikingo con un total de 274 golpes. Esa es una jaqueca, no una cifra de golf, ¿verdad?

**Norrman, el verdugo de Estocolmo**, se llevó el título con a penas un golpe de ventaja sobre el alemán Hurly Long. Aparentemente, Long iba pensando más en salchichas que en golpes. Vincent también dejó a dos golpes a la tercia de pajaritos (Shane, Ryan y Grant).

El *musculoso rubio sueco*, que actualmente ocupa el puesto 158 en el ranking mundial, comenzó su último día a seis golpes de liderar. Luego de hacerle un gesto obsceno a las nubes (el típico clima irlandés amenazaba con arruinar el juego), logró colarse seis birdies en solo ocho hoyos para terminar liderando la partida.

**A la zaga, se quedó el famoso Rory McIlroy**, mundialmente conocido por ser… ¿el número dos del mundo? Así es, nuestro Norirlandés favorito no pudo hacer frente a los vikingos y se fue a casa con un -9, quedando en el puesto 16. Estoy seguro de que su madre dijo “lo hiciste bien, hijo, no te preocupes”.

Norrman esconde su segundo título bajo una cabellera rubia perfectamente cuidada. Su primer logro fue en el Campeonato Barbasol, que pertenece tanto al DP World Tour europeo como al PGA Tour.

Los suecos parecen estar en racha, ya que justo la semana anterior, otro joven vikingo, Ludvig Aaberg, alcanzaba la gloria al conquistar el Masters Europeo. Sin duda, los romanos ya están temiendo la invasión vikinga en la próxima Copa Ryder en Roma. Y yo pensaba que solo habíamos visto a los romanos huyendo en películas… Quizá después de todo, la realidad supera a la ficción.

Para la otra, alguien debería recordarle a los celtas que dejaron sus cascos con cuernos en casa o que vinieran preparados para un nuevo asalto vikingo. Y, para ser claros: el golf se juega con palos, no con espadas, mis rubios amigos del norte.

Por rogelio

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